En una maratónica recorrida por Río Negro, Soriano y Colonia, el Ingeniero Daniel Martínez cumplió ayer con su visita llevándole el mensaje a la gente en esa campaña “voto a voto” que se ha planteado con miras a lo que será el balotaje.
En Mercedes el encuentro fue en un improvisado escenario sobre la caja de una camioneta en la plaza de deportes del barrio Artigas ubicada sobre Constituyente. Allí en el lugar Martínez tuvo palabras de agradecimiento para el público que en el mediodía del sábado se reunió para escucharlo, diciendo que esas demostraciones de cariño son las que le dan fuerza en estos días intensos y mencionó que “hay que trabajar y hablar con cada uno de los ciudadanos porque en el balotaje se votan proyectos y no hay duda que en Uruguay hay dos proyectos país. Andamos corriendo de un lado al otro, hablando con grupos, con sectores, agrupaciones que votaron en primera vuelta para que se fuera el Frente Amplio y ahora muchos se están acercando para dialogar. Pero también se vota a la persona, al ser humano, a la confianza que se le tiene de que pueda liderar un proyecto porque un Presidente debe ser un referente que logre la sensibilidad humana para conocer los problemas de la gente.
En la gestión que yo he llevado adelante siempre he buscado gente que tenga coherencia con ese sueño de un Uruguay de riqueza, la pobreza no hay que distribuirla, se debe repartir la riqueza buscando siempre igualar las oportunidades, hacer que la gente pueda construir sus sueños, independientemente de donde nazca. Es el camino manifiesto que debe tener el Uruguay y no volver a épocas donde la economía crecía pero esto no se acompasaba con la igualdad de oportunidades para todos. Yo no soy de los que cree que esto se logra con acuerdos políticos, porque vemos que ni siquiera se soportan unos a otros y tampoco tienen capacidad para sacarse una foto juntos. Todos los días escuchamos a algún integrante de ese acuerdo que pregunta quiénes somos los leprosos y por eso hay que ver hasta dónde llega esta coalición porque creemos que el acuerdo debe ser del pueblo y no de cúpulas.
Claro que queremos gobernar generando los máximos consensos, porque los partidos tienen que ser instrumentos, no tienen que ser fines y muchas veces en la política terminamos viendo que los partidos son el objetivo porque en definitiva es donde quedan sus miembros, sus militantes y si la política es una forma de tener una carrera para vivir en la vida, eso no sirve.
A nosotros nos interesa la gente, saber cuáles son sus necesidades y por eso son tan importantes cada una de las recorridas y hemos llegado a cada lugar de Montevideo y del interior cuando hemos sido senador, ministro, intendente de la capital, porque no creemos la política hecha en cúpulas, la democracia debe ser un pacto de gobernantes por el pueblo. Sabemos que no está todo perfecto, pero vivimos otro Uruguay, hay que saber escuchar, hay que tener deseos de seguir aprendiendo, el mundo cambia a una velocidad gigantesca y la educación y el conocimiento son la base de lo que se viene.
Hoy la riqueza se distribuye mucho mejor que hace 15 años y esto quizá a muchos les molesta, pero eso no es gobernar para todos y para todas, que se miren el alma, que recorran los barrios, que le pregunten a los 90 mil uruguayos que hoy ven porque pudieron acceder a una operación en el Hospital de Ojos, que le pregunten a los que hoy tienen la cobertura de FONASA, que le pregunten a quienes tenían condiciones laborales totalmente indignas como las empleadas domésticas y los trabajadores rurales y a los botijas de pequeños pueblos que han tenido la posibilidad de competir en Estados Unidos por robótica ó por ciencia. Hace 15 años estos no soñaban tener una computadora, como tampoco las personas mayores acceder al Plan Ibirapitá.
Sabemos que no está todo bien hecho, yo le tengo pánico a la soberbia y nunca debemos perder la humildad, porque es una mala consejera para quienes tenemos corazón. Debemos tener siempre la humildad de escuchar, recibir críticas, de estar con la gente y es haber tenido una vida de laburos, de contacto con la realidad, de haber trabajado y estado en Caja desde los 18 años. Nunca vivimos de papá y mamá, a los 16 años decidí que quería construir una vida independiente y me puse a pelar ajos, a lavar persianas, trabajé durante toda mi carrera en Facultad y con mi señora formamos un hogar cuando teníamos 19 años, conocimos las realidades, militábamos por los barrios durante la resistencia en el gobierno militar y me recibí con 24 años ya trabajando y con mis dos hijos. Uno sabe lo que es pelear por la vida, supe construir un camino que siempre ha ido junto a la gente y después seguí en las fábricas metiendo las manos en la grasa para trabajar al lado de los compañeros viviendo las realidades y levantando las planchadas de hormigón cuando algunos de los conocidos lograba juntar la plata para poner el techo de su casa. Eso no se vende en ningún supermercado ó shopping, no está en ninguna libreta, no hay una receta, es experiencia de vida que me permite decir que aquí hay un compañero que tiene sensibilidad, que sabe y entiende lo que la gente quiere, que está orgulloso de los avances y se compromete a superar lo que aún no se ha alcanzado, corrigiendo incluso los errores.
Con ese corazón, con esa sensibilidad, hoy se trata de golpear la puerta de quienes no nos votaron, no para decirle ‘te equivocaste’, porque por algo no nos votaron y debemos ver qué hicimos mal, pero los queremos invitar a tener el desafío de tener gobierno con sensibilidad humana que piensa en la gente, que entiende y comprende cuáles son los caminos correctos.
Les prometo que yo voy a seguir gobernando acercándome a la gente, yo se que ser Presidente te pone un montón de barreras, pero el día que no pueda recibir el abrazo de los uruguayos, dejo de ser Daniel Martínez. Por eso los invito a votar, a conseguir hasta el último voto; ¡uruguayos honestos a respaldar esta propuesta que nace de la sensibilidad humana, del alma y a llenar las urnas con los votos, inclusive de aquellos que por razones fundadas no nos comprendieron o están enojados con nosotros!. Mano fraterna, mano tendida, a pelear voto a voto”.